El Eibar aguantó el pulso del Almería y del Valladolid para seguir, una semana más, en ascenso directo. Unas horas duró el cuadro vasco fuera de ellos tras la victoria del cuadro blanquivioleta.
Sufrió el equipo 'armero', que pasó de tener totalmente controlado el partido a ver cómo el Leganés, sin nada en juego más que la honra, le empataba a dos y rozaba el tercero.
Ahí apareció un hombre querido en Málaga pero con pocos minutos en Eibar, un Yanis Rahmani que se sacó un zapatazo directo a la escuadra para llevar los tres puntos de Butarque a Ipurua.
Nyom, en la primera mitad, puso la cuesta abajo para el Eibar. Metió el pie en un centro con poco peligro de Yanis que acabó dentro de la portería de Dani Jiménez.
El equipo 'armero' se creció con el resultado y con el juego y encontró el segundo tanto de la tranquilidad, el de un Stoichkov que tiene un idilio con el gol esta temporada y que es el principal argumento para el ascenso.
Cuando todo parecía destinado al descanso con el 0-2, apareció Arnaiz para dar vida al Leganés. Róber Ibáñez encontró al extremo por dentro para cruzar el balón y poner de nuevo al equipo 'pepinero' a la estela.
El buen hacer del final de la primera parte siguió en el inicio de la segunda, aunque con fortuna. Gaku tiró ante una maraña de jugadores, el cuero rebotó en Chema y sorprendió a Corpas.
Solo el tanto de Yanis, que pocos se esperaban, permitió al Eibar ganar en Butarque y, de paso, volver a las posiciones de ascenso directo cuando solo quedan dos jornadas para el final.