La Juventus ha dejado claro en Bérgamo cuáles son sus prioridades para este curso. La Coppa no es una de ellas. Porque ante el Atalanta hemos visto a una 'Vecchia Signora' irreconocible.
Sin tensión, sin intensidad, sin precisión. Con pereza, con desgana, con desidia. El Atalanta ha castigado con dureza todos y cada uno de los errores de su rival, algunos con gran acierto, y ha mandado al vigente campeón a casa en cuartos.
Desde el primer minuto se vio bien claro qué equipo quería ganar y quien había saltado al campo a ver qué pasaba. La Juve, pese a lucir un once con aroma a gala, pronto evidenció una pasividad que, a la postre, le costó cara.
Porque el Atalanta apretó las tuercas a su rival desde el pitido inicial. La presión desde la línea de ataque fue tal que los errores de los pupilos de Allegri no tardaron en llegar.
Así, el 'Papu' Gómez sólo necesitó cuatro minutos para disponer del primer tiro del partido, al que siguió otro de De Roon, otro de Zapata y un cabezazo de Djimsiti, todos ellos sin llegar a ver puerta.
Pero era un ejemplo claro de lo que iba a ser el partido. Cristiano, una isla en el ataque de la Juve. Dybala, bajando al centro del campo para recordar el tacto del balón. Y la zaga 'bianconera', de turismo en los Alpes Bergamascos.
El 'Papu' Gómez puso a prueba una vez más a Szczesny en el 24', justo antes de que Ilicic y Chiellini pidieran, casi a la vez, el cambio por lesión. Antes de la primera media hora, los dos equipos habían gastado un cambio por sendas lesiones.
La Juve empezó a frustrarse, y el nerviosismo empezó a hacer mella. Hasta que en el minuto 37 el carrilero zurdo del Atalanta, Castagne, apretó al recién entrado Joao Cancelo, le robó el balón y se plantó en la frontal del área rival.
Con un sutil golpeó batió a Szczesny y adelantó al Atalanta, pero lo mejor estaba por llegar. Porque dos minutos más tarde, tras un controvertido robo de balón a Dybala, contragolpeó el cuadro local y Duván Zapata duplicó la ventaja.
Está el colombiano desatado, y la Juve lo sufrió. Los goles desataron la ira de Massimiliano Allegri, que se fue expulsado por sus protestas al colegiado. La Juve se había quedado sin su timonel, y teniendo que remontar un 2-0 en campo rival.
Apretó hasta el descanso la 'Vecchia Signora', pero las faltas al borde del área concedidas por la zaga oróbica no fueron aprovechadas por Cristiano y Dybala, a cada cual más gris hoy.
Tras la reanudación, más de lo mismo. La Juve, aunque lo intentó en los primeros minutos del segundo tiempo, no tardó en volver a caer en los errores de siempre.
La entrada de Pjanic y Douglas Costa al campo apenas se notó, porque el Atalanta, más allá de unas pocas faltas y algún córner, apenas concedió nada a su rival. Más bien al contrario, quitando las acciones a balón parado, el peligro siempre estaba rondando a Szczesny.
Y la gota que colmó el vaso llegó a cuatro del tiempo reglamentario, cuando en otro error, éste de De Sciglio, lo aprovechó Zapata para hacer el tercer y definitivo tanto.
Cayó la Juventus con total merecimiento ante un Atalanta que hizo un partido soberbio, y que se medirá a la otra gran sorpresa de estos cuartos, la Fiorentina, en semifinales.