Antic, Toschak, Del Bosque y Luxemburgo están unidos por una peculiar curiosidad como entrenadores del Real Madrid. Todos ellos cogieron las riendas del conjunto blanco a mitad de la campaña y obtuvieron la confianza de la entidad para iniciar la siguiente.
A partir de ahí, sólo Del Bosque logró terminar ese segundo año y cuajar tres temporadas consecutivas plagadas de títulos. El resto fueron destituidos a mitad de la temporada que iniciaron, un mal que ha afectado a casi todos los temporeros a los que el Real Madrid les dio la oportunidad de seguir.
Ahora, Zidane afronta su segunda temporada al frente del conjunto blanco, la primera desde cero. Dos partidos y dos victorias es el balance del francés, que además sumó una Supercopa de Europa más a las vitrinas de la entidad.
Entre sus retos está el de superar a sus predecesores, que acabaron devorados por la oportunidad. El camino de Del Bosque parece ser el que espera seguir Zidane, que vivió aquella época bajo las órdenes del salmantino. Ahora, intentará superar los males que acabaron con Antic, Toschak y Luxemburgo en el paro. Todo un reto para una máquina de devorar entrenadores como es el conjunto blanco.