El Real Madrid ya está en 'modo Sevilla'. Tras ganar la Supercopa de España en Arabia Saudí, el conjunto blanco regresó este martes a los entrenamientos en una sesión vespertina con ausencias importantes y una única novedad, la de Gareth Bale.
El galés no tenía ningún problema físico, sino una infección respitatoria que le hizo perderse a última hora la Supercopa. Aunque el club se planteó en algún momento que se incorporase tras la semifinal, el cuerpo técnico fue conservador y prefirió que se quedase en tierra toda la semana.
Ya recuperado, Bale trabajó con total normalidad y apunta al partido contra el Sevilla del próximo sábado (16:00) en el Santiago Bernabéu. También se es optimista con Benzema, quien se ejercitó en solitario sobre el césped, aunque espera que se una al equipo en los próximos días.
Tampoco estuvo Luka Jovic, que sufre una rozadura en el pie, aunque debería estar próximamente de vuelta. Mientras, Eden Hazard continúa fuera y Sergio Ramos trabajó en el interior de las instalaciones de Valdebebas, afectado por un esguince que le tendrá unas dos semanas fuera del terreno de juego.
Entretanto, Marco Asensio continúa con la recuperación de su lesión de rodilla. El resto del grupo hizo trabajo de recuperación tras la final de la Supercopa ante el Atlético y el viaje de regreso a Madrid.