Hacer de la necesidad virtud es una de las mejores maniobras que puede practicar un entrenador. Y es lo que ha hecho tanto con Gareth Bale como con James Rodríguez. Intentó darles salida en pretemporada para que ese remanente económico permitiera afrontar nuevos fichajes. Tras la imposibilidad, ahora los quiere a tope.
El galés ya lo ha demostrado con varios goles. Si bien en el pasado ya había tenido días de gloria a las órdenes del técnico francés. El caso del colombiano es bien diferente, pues nunca fue del agrado del todo de Zidane ni tuvo continuidad.
Ahora el entrenador del Madrid anda encantado con la manera de desempeñarse del 'cafetero'. Lo da todo en los entrenamientos y muestra muchas ganas por gustar. Se encuentra feliz. De ahí la oportunidad ante el Valladolid siendo titular.
Incluso cómo está trabajando para reducir los tiempos de su lesión es algo que tiene a Zizou muy satisfecho, de ahí que esté deseando que se complete su puesta a punto para volver a tirar de él.
Su actual estado le da para jugar unos minutos de nuevo ante el Levante, aunque en ningún caso le forzará el entrenador, quien no se expondrá a una posible recaída.
James, querido en el vestuario y entre la afición, ha comenzado a meterse en el bolsillo a su técnico, quien ahora le está mirando con otros ojos y está dispuesto a sacar lo mejor de él para convertirle en un gran arma de ataque.
Con dudas ofensivas en este inicio de campeonato, la zurda del colombiano es una gran herramienta para Zidane, quien puede explotarla tanto al servicio de sus compañeros en los centros y a balón parado como en los lanzamientos a puerta.