La libreta de Zidane apura sus últimas hojas, su bolígrafo se está quedando sin tinta. Más allá del rendimiento de los futbolistas o el planteamiento y la idea del equipo en los partidos, el entrenador francés ha probado varias combinaciones en este arranque de temporada. Y, de momento, ni convencen ni dan resultado.
En París, en la vuelta a la Champions, en uno de los encuentros más comprometidos hasta ahora, el Madrid salió de inicio con un once muy ofensivo con ese característico 4-3-3 y Hazard, Benzama y Bale en punta, algo que se reclamaba por parte de la afición 'merengue'. No funcionó. Ni en ataque ni en defensa. El equipo se partía por momentos con una línea de cuatro marcada con Carvajal, Varane, Militao y Mendy. En cuanto Casemiro salía a la presión, los blancos sufrían. En la zona ofensiva tampoco brilló la 'bbh'.
En el encuentro anterior, ante el Levante, Zidane apostó por Vinicius y Lucas Vázquez en los costados, manteniendo el centro del campo con Casemiro, Kroos y James. El equipo llegó al descanso como un tiro -y con un 3-0 en el marcador-, pero acabó decayendo en la segunda mitad con el 3-2 de los 'granotas'.
Días antes, en La Cerámica, el Madrid no supo sacar partido del 4-4-2 frente al Villarreal. Casemiro y Kroos formaron en la medular, con Lucas Vázquez y Bale en bandas. Arriba, doble punta: Benzema y Jovic. Un sistema totalmente diferente a los anteriores. Tampoco dio con la tecla Zidane de esta forma.
Este Madrid es capaz de dejar minutos de alto nivel como ante el Levante o algunos compases del encuentro ante el Celta, pero también tiende a desconectarse, como se pudo ver en el Parque de los Príncipes. Y a Zidane, poco a poco, se le acaba de baraja, no tiene muchas más alternativas, al menos en cuanto a esquemas. Incluso llegó a plantear en pretemporada los tres centrales...
Más que encontrar un sistema, el equipo blanco necesita dar con esa solidez que le hizo ser un equipo dificilísimo de superar en la otra etapa de Zidane. Ya lo reconoció Casemiro tras caer por 3-0 en París: queda mucho por mejorar.
Y los 'merengues' no tienen un calendario sencillo. Viajarán este fin de semana a Sevilla para medirse al equipo de Julen Lopetegui en el Sánchez Pizjuán antes de recibir al Osasuna en el Bernabéu. Cerrará el mes de septiembre ante todo un Atlético en un nuevo derbi que albergará el Metropolitano. Casi nada.