El Nápoles, tras el doblete del nigeriano Victor Osimhen, siguió con la fiesta frente al Eintracht de Frankfurt antes de meterse de forma definitiva en los cuartos de final de la Champions.
A los 63 minutos, Piotr Zielinski controló una buena pelota dentro del área y recibió una patada muy dura del suizo Sow. Anthony Taylor lo tuvo muy claro e indicó el punto fatídico.
El polaco, que fue el que provocó la pena máxima, tomó la responsabilidad desde los once metros y le pegó al medio, lo que pilló fuera de juego a un Trapp que se tiró hacia su derecha.
Zielinski llevó el 3-0 al marcador (5-0 en el global) y el estado de felicidad fue a más en todo el Diego Armando Maradona. El Nápoles sigue en una nube y nadie parece capaz de bajarlo.