La Eurocopa de las sorpresas volvió a golpear. Esta vez Glasgow fue el escenario del enésimo truco de un torneo de absoluta locura en el que Ucrania, contra todo pronóstico y tras dos horas de épica, logró el pase a cuartos de final tras apear a una Suecia que partía como favorita, mereció más a lo largo del partido y pagó muy caro la expulsión de Danielson y su mala fortuna con la madera en un duelo que ya es parte de la historia de ambos países.
Conscientes de lo que estaba en juego en Hampden Park, ambas selecciones comenzaron el encuentro de manera muy respetuosa. Posesiones largas, sin arriesgar un ápice, pases muy horizontales... El inicio fue una sucesión de minutos de tanteo hasta que Yaremchuk desató las hostilidades en el minuto 11 con una ocasión que desbarató Olsen.
La oportunidad hizo que Suecia, favorita sobre el papel, asumiera mayor protagonismo y pronto respondió a la afrenta ucraniana por mediación de Isak y de un Forsberg que volvió a dejar claro que es una de las grandes figuras de esta Eurocopa. Pese a ello, aunque Suecia comenzaba a atosigar a su rival, fueron los pupilos de Shevchenko los que golpearon primero.
Zinchenko pone patas arriba Glasgow
En una gran acción por banda izquierda, el balón acabó en los pies de Yarmolenko en el interior del área. El atacante, el mejor de Ucrania, se inventó un sensacional centro de exterior al segundo palo que Zinchenko no dudó en engatillar con su zurda para poner un 0-1 que celebró con rabia en Hampden Park.
La sorpresa saltaba de nuevo en esta Eurocopa, pero la diana en contra no puso para nada nerviosa a Suecia, que en la siguiente acción tuvo en los pies de Larsson el empate con un lanzamiento de falta. En esa ocasión se salvó Ucrania, que comenzó a despejar y defenderse a la espera del final de la primera parte.
Su plan parecía salir bien y el dominio nórdico no traía consigo goles, pero casi en la última aproximación sueca de la primera parte, Emil Forsberg, con un disparo potente desde la frontal que tocó en Zabarnyi, puso en el electrónico un empate que, visto lo visto, era lo mínimo que merecían los pupilos de Janne Andersson.
El guion en el inicio de la segunda parte no fue muy distinto y Suecia, espoleada además por su empate al filo del descanso, salió dispuesta a morder a una Ucrania que, al igual que en el tramo final del primer tiempo, se dedicó a achicar balones durante los primeros compases a la espera de un contragolpe que llegó en el 55'.
En ese minuto, tras una nueva acción brillante del omnipresente Yarmolenko por banda izquierda, el cuadro de Shevchenko, más allá del gol, tuvo su mejor ocasión del partido en los pies de Sydorchuk, pero su disparo de primeras se marchó directamente a la madera de la portería defendida por Olsen.
El show sin premio de Forsberg
Un susto que, lejos de amedrentar a Suecia, espoleó al combinado nórdico, que en la siguiente acción respondió con un brutal ataque liderado por Isak que Forsberg, tras un recorte y disparo de genio, estrelló contra el palo. El jugador del RB Leipzig se lamentó de su suerte, algo que volvería a hacer pocos minutos después.
Y es que cada ataque sueco que pasaba por los pies del '10' amenazaba con ser gol. En el minuto 69, Forsberg recibió el esférico en la zona izquierda, caracoleó, dejó atrás a sus defensores y conectó un brutal zapatazo con efecto que solo el larguero de la meta de Bushchan evitó que se convirtiera en uno de los goles del torneo.
Tras ese serio aviso, el conjunto ucraniano trató de ponerle algo de cloroformo al partido, consciente de que en un ida y vuelta llevaba todas las de perder ante la magia y calidad de ese tridente al que Suecia lo lleva fiando todo desde que empezó esta Eurocopa: el formado por Forsberg, Isak y Kulusevski,
Sin embargo, conforme pasaron los minutos y se acercó el final, ambos equipos, como al comienzo del duelo, tuvieron un miedo atroz al error y, poco a poco, la prórroga iba tomando cuerpo en Hampden Park. Tras los dos de añadido de rigor, el colegiado italiano Orsato indicó que había media hora más de fútbol en Glasgow.
Una roja determinante y un gol para la historia de Ucrania
El primer tiempo de la prórroga no existió. Las interrupciones fueron una constante y los segundos de juego casi que se pudieron haber contado con las dos manos. Eso sí, este primer acto dejó a Ucrania con ventaja numérica, pues Danielson vio la roja por una terrible entrada sobre el recién ingresado Besedin.
Ambos equipos estaban totalmente fundidos y no había fuerzas para casi nada. Suecia, con diez, firmó los penaltis y no quiso saber nada del esférico en unos últimos 15 minutos de encuentro en los que el cuadro de Shevchenko, obligado por los números, no quiso demasiado y tampoco parecía poder, por lo que la tanda de penaltis se antojaba como inevitable.
Pero esta Eurocopa es una auténtica locura y en el último instante, en el añadido del segundo tiempo de la prórroga, Zinchenko culminó una actuación heróica al poner un medido centro al primer palo que Dovbyk, de cabeza, mandó al fondo de la red para pasar a ser parte de la historia de su país, que logró el último billete a los cuartos de final y se verá las caras con Inglaterra.