El Numancia sigue vivo por la permanencia. Le sacó el aire a una Ponferradina que tiene que reaccionar cuanto antes para no llevarse una mala sorpresa. La victoria se quedó en el Nuevo Los Pajaritos con el sello de dos personas: Dani Barrio -fue un muero- y Zlatanovic -marcó un golazo de volea-.
No hubo tiempo para muchas presentaciones cuando la bola echó a rodar, pues ambos equipos fueron a por todas. El centro del campo brillaba por su ausencia y el cuerpo a cuerpo estaba al orden del día. Poco a poco, quedaba más claro que se les estaba dando mejor a los bercianos.
De ahí que Carrión ordenara a los suyos que se calmaran y buscaran el control de la pelota. Ni por esas dejaron de llegar las ocasiones de peligro a los dominios de un Dani Barrio muy inspirado. Sacó dos paradones -uno a un testarazo de Son y otro a un zapatazo de Yuri- que mantuvieron a los suyos con vida.
La reacción tuvo que esperar a la segunda mitad. Poco a poco, los sorianos comenzaron a instaurar ese control de pelota que no les salió bien al principio. Su mejora coincidía con la desaparición de Yuri en el ataque rival, que había sido un quebradero de cabeza.
Pero las piernas pesaban y las ocasiones fueron yendo a menos. Con un Numancia más activo que ponía muchos balones al área rival y una Ponfe a remolque, apareció Zlatanovic para desatascar la situación. Recibió un buen pase de Escassi al área y lo mandó a la red con un zapatazo inapelable.
No se repusieron los de Bolo. Buscaron amedrentar a un Barrio que ya había cubierto el cupo de actuaciones en la primera mitad: su defensa le ahorró el resto. Los tres puntos son una bendición para los sorianos en su lucha por la permanencia. Los bercianos, a subir la guardia.