Messi recibió hace poco la Bota de Oro y esta misma semana el Balón de Oro. Pero también tiene de este preciado material el interior de una zurda que volvió a hacer diabluras sobre el césped.
En el minuto 7, el Barça ya ganaba 1-0 con el tempranero gol de Griezmann. Y el argentino se sumó a la fiesta dejando un golazo desde fuera del área diez minutos más tarde.
Messi tuvo tiempo para pensar, levantar la cabeza y hurdir su maravilloso plan. Todo esto en un segundo, tiempo de sobra para genios como él. Cuando todos sólo podían pensar qué podía salir de su bota, el '10' ya estaba corriendo para celebrar el tanto.
Leo puso el balón en la escuadra con una cruva que Reina ni se atrevió a seguir. Sí lo hizo con la mirada y presenció en una situación privilegiada la última obra de arte del delantero.