Estaba marcada en rojo la visita al Escribano Castilla para el líder del Grupo IX de la Tercera División. Tal y como se esperaba, no fue un encuentro sencillo para el Atlético Malagueño, que saboreó la victoria demasiado pronto y que regresa de su visita a Motril con un sabor agridulce, ya que el triunfo blanquiazul parecía hecho. No obstante, la perseverancia del conjunto granadino hizo posible lo que parecía un milagro.
En el minuto 31, fue Abeledo el que abrió el marcador. Con un soberbio zurdazo, el máximo goleador del filial malaguista esta temporada batió a Tatu, que nada pudo hacer por evitar el primer tanto visitante. Comenzaron entonces los mejores minutos del Atlético Malagueño, que, cuatro minutos después del primer gol, logró ampliar la ventaja con un cabezazo de Sergio Chica, que hizo bueno un magnífico centro de Harper.
Con el 0-2, el partido alcanzó el descanso en lo que estaba siendo un dominio absoluto del conjunto blanquiazul. La tendencia continuó tras el receso, cuando Abeledo confirmó que esta temporada es la referencia ofensiva del equipo entrenado por Manel Ruano. Un gran pase de David Ramos habilitó al atacante onubense que firmó, en el minuto 58, su doblete y ponía el 0-3 en el marcador.
La ventaja del Atlético Malagueño parecía sideral, aunque todo cambió cuando Joselu batió a Samu Casado en el minuto 65. Entonces eligió susto el filial blanquiazul, que no pudo contener las continuas embestidas del Motril, que siempre creyó en el milagro. Apenas 10 minutos después, Darío metió al conjunto motrileño en el partido haciendo el segundo tanto local. Los nervios llegaron al equipo de Ruano y Chendo hizo realidad el empate, en el minuto 85, poniendo el 3-3 definitivo.
A pesar de que el estado de alegría que se había declarado en el Atlético Malagueño queda rebajado con el inesperado empate, el segundo equipo malaguista logra mantener el liderato, aunque se aprieta la lucha tras la victoria este martes del Almería B ante el Maracena.