El trabajado 1-2 conseguido este fin de semana ante los de Valverde es un triunfo muy importante para el conjunto de Zidane, quien sabe que parte de esta victoria fue gracias al esfuerzo del delantero galo y del centrocampista todoterreno.
Lo curioso de estos dos futbolistas es que sobre ellos pesa un tópico opuesto, el francés es un jugador con mucha clase, con la etiqueta de frió desde que llegó y al que siempre suelen pedir más esfuerzo desde la grada blanca, mientras que el brasileño es el valuarte de la entrega.
El centrocampista lucha cada pelota y no da un balón por perdido y esa garra en el campo es lo que más gusta en el Bernabéu. Ante el Athletic volvió a demostrarlo, al igual que Karim, que cuajó un gran partido en un campo nada fácil para ningún visitante.