Dos partidos se perdió Sergio Ramos y dos derrotas sumó el Real Madrid. Y lo peor ante Cádiz y Shaktar Donetsk no fueron los resultados, sino la pobre imagen que dio un equipo que este sábado resurgió de sus cenizas en el Camp Nou. Porque ya se habla de la posible destitución de Zinedine Zidane y de la dinámica de unos futbolistas que vagabundeaban por el Alfredo di Stéfano. Pero qué bien les vino a los madridistas que su capitán les volviese a guiar.
Ni fue un triunfo brillante ni sirvió para tapar las carencias de la retaguardia 'merengue', que sí mejoró notablemente en el tramo final del choque. Pero fue una victoria. Y frente al Barcelona. Pocos adjetivos pueden incrementar el subidón que sintieron los blancos después de abandonar el terreno de juego con los tres puntos en el bolsillo. Los de la capital dejaron a los azulgranas a seis puntos de distancia en la clasificación general, que aún tienen un partido pendiente. La presión, para los de la Ciudad Condal.
El Madrid no tardó nada en dar el primer zarpazo. En el 5', Karim Benzema encontró, además de un agujero en la defensa del Barça, entre líneas a Fede Valverde, que fijó al guardameta Neto y le batió con un disparo cruzado. Ni cinco minutos tardaron los madridistas en despejar los fantasmas cadistas y 'mineros' en el Camp Nou.
Los jugador del cuadro madrileño, no obstante, volvieron a recordar las pesadillas vividas en las dos citas anteriores con el tanto de Ansu Fati, que provocó que el partido entrase en una fase de ida y vuelta en la que ninguno de los dos conjuntos se impuso. Thibaut Courtois, encomiable, evitó el 2-1 de Leo Messi. Benzema perdonó el 1-2. Mientras tanto, Marco Asensio demostraba estar falto de ritmo y Vinicus Jr., con las botas cambiadas de pie.
Sufrió un contratiempo el Madrid antes del paso por los vestuarios en forma de lesión: Nacho sufrió molestias musculares y Lucas Vázquez adotpó el lateral derecho durante los segundos 45 minutos de juego. El futbolista gallego, constantemente cuestionado por su rendimiento como extremo, completó una segunda mitad excelsa y borró del mapa a un Ansu Fati que se marchó del terreno de juego en el segundo acto desesperado. Fede Valverde, fatigado y con la visión borrosa, también abandonó el campo antes de tiempo.
Como anillo al dedo
Los blancos tardaron en comenzar a sentirse cómodos en la segunda mitad. Messi y Philippe Coutinho pusieron contra las cuerdas a un equipo que iba a quitarse toda la presión de encima desde los once metros. Clément Lenglet agarró a Ramos, Martínez Munuera señaló el punto de penalti tras consultar la acción en el VAR y el camero volvió a poner por delante a los suyos en el que fue su tanto número 100 en el Real Madrid.
El Barcelona comenzó a sacudir el área visitante con más insistencia que claridad. Los madridistas, por momentos, recuperaron la solidez defensiva mostrada durante el final de la pasada temporada y apenas un remate de Frankie de Jong que Ferland Mendy repelió por la línea de fondo inquietó la integridad de Courtois, que apenas tuvo trabajo durante la última media hora de juego.
El Madrid se sentía en su salsa al contragolpe. Ramos hubiera salido a hombros del Camp Nou si hubiese firmado la sentencia a cuatro minutos de la conclusión, pero Neto -el mejor del Barcelona, que dice mucho del Madrid-, evitó su doblete con una meritoria intervención. Y entonces llegó Luka Modric, que en el último minuto del tiempo reglamentario rompió en dos al guardameta brasileño para cerrar el triunfo 'merengue' y prolongar la buena racha de Zidane en el feudo azulgrana.