En una entrevista con 'The Mirror', el entrenador inglés rescató un desagradable episodio que tuvo que vivir en 2004 y ante el que no supo reaccionar. Hablamos de un incidente racista que ahora se pone de relieve por el asesinato de George Floyd y sus consecuencias.
Todo ocurrió durante un encuentro amistoso entre España e Inglaterra que se disputó en el Santiago Bernabéu y que finalizó 1-0. Durante el choque, desde un sector de la grada se hizo gritos simiescos a Ashley Cole y Wright-Phillips. Aquelló marcó bastante a Neville.
"Es terrible. Me senté al lado de Cole en aquel vestuario español hace tantos años cuando volvimos del campo. Me metí en la ducha, no le dirigí una sola palabra y me fui a dar mis entrevistas, donde seguramente respondí a medias acerca de las preguntas sobre racismo. Luego me subí al autobús, me fui a casa y no lo pensé más. Simplemente, lo acepté, ni siquiera le pregunté que qué tal estaba al final del partido", contó con remordimiento.
Tras aquello, jugadores ingleses se negaron a volver a jugar en España años después, como rememoró Neville: "Voy a serte sincero, lo cierto es que pusimos al mismo nivel el abuso que recibimos por ser jugadores del Manchester United o de Inglaterra que el abuso por motivos raciales. No lo pensamos, simplemente seguimos adelante, algo de lo que estoy arrepentido y avergonzado porque yo formaba parte del organismo de representación de jugadores. Luchaba por sus derechos y, simplemente, no lo hice lo suficiente en aquel caso".