El Arsenal vuelve a ser líder. Provisional, pero líder. Hoy ganó un partido al Aston Villa en el que evidenció dos cosas: la solvencia actual del equipo de Wenger y la delgadez argumental del Aston Villa, un equipo muy pobre.
Los villanos van últimos y se están hundiendo en la clasificación, puesto que el Norwich, el último de los equipos fuera de descenso ya le saca ocho puntos.
Hoy, un parcheado Arsenal por las bajas ganó un partido sencillo. Puso una marcha más desde el principio del partido y tuvo tiempo hasta para relajarse. Su visita a Villa Park acabó con goles de Giroud y Ramsey. El primero de ellos, de penalti en el minuto 7, del que se puede decir que fue un golpe casi definitivo.
El Villa no fue capaz de reaccionar hasta la segunda parte, cuando el equipo de Wenger se echó la siesta, dejó de presionar y solo amenazó con alguna transición. El resto del tiempo se dedicó a que pasaran pocas cosas mientras que sus rivales chocaban contra su nulidad y contra el 0-2 en contra que habían encajado en poco más de 30 minutos.
Los de Remi Garde solo reaccionaron cerca del final, con alguna jugada individual de los dos españoles que hay en el equipo villano: Carles Gil y Adama Traoré, ambos tuvieron más ganas que acierto, pero fueron de lo poco rescatable de un equipo que se hunde.