El equipo de los cachorros blancos sumó su quinta derrota del verano. Aunque los resultados son lo de menos. Lo mejor que se puede llevar Raúl es que volvió a comprobar que el talento japonés es un chico distinto.
Fue el 1-0 de los burgaleses a los diez minutos lo que espoleó a Kubo. Eso sí, tuvo que sufrir el peaje de varias patadas, algo que será su hábitat en Segunda B esta temporada.
A punto estuvo de regalarle el empate a Guillem, pero el meta Palatsi, el mejor de los locales al descanso, lo impidió. Le pudieron haber pitado un penalti a favor, aunque al menos consiguió participar en el empate a uno del descanso.
La chispa de Kubo, quien incluso tuvo que mediar en una tangana, se fue apagando. Mario Gila puso el 1-2, un autogol de Chust devolvió la igualdad y ya en el añadido, y de penalti, Indiano anotó el 3-2 final.