Nueva hornada, nueva época tras el paso efímero por la categoría de bronce. Es hora de volver a soñar. Desde luego, la primera pica invita a ello. 0-4 en un partido muy intenso.
De hecho, todo comenzó con electricidad, aunque por parte del Alhaurín también. En pleno intercambio, el que pegó primero fue Julio, quien no se puso nervioso para ajustar al palo un tiro raso.
No es que el tanto sentara bien, es que a los alhaurinos no les dio tiempo a asumir el golpe: llegó el segundo dos minutos después. En esta ocasión, con doble protagonismo, gracias al buen pase de Juan Cruz y la firma de Rafa Camacho, quien solo tuvo que empujar el 0-2.
Aún se verían más cosas hasta el descanso. La de arena, la lesión de Juan Cruz, que dejó su sitio a Mario, y la de arena, un gran gol de Rafa Camacho, el segundo en su cuenta particular, después de exhibir músculo y velocidad en carrera.
Si ya estaba finiquitado el partido, a los cinco de la reanudación el catigo se hizo mayor. Antoñín, el '9' de Pellicer, demostró en su definición por qué lleva ese número a la espalda.
Por suerte para el Alhaurín, el Atlético Malagueño no quiso hacer más sangre, así que el marcador acabó con ese claro 0-4.