El oasis final dejó a ambos con sed

La tónica del encuentro empezó y terminó igual en la primera mitad mientras las ocasiones iban a menos. El Extremadura estaba siendo superior, pero no llegaba a generar esa oportunidad que dejara vencido a Munir para ponerse por delante. Los visitantes ni se acercaban a Casto.

Willy fue el más activo de los suyos arriba. Puso a prueba al meta rival con unos cuantos testarazos que, si bien fueron ciertamente mansos, hicieron que el cancerbero estuviera atento al transcurso del duelo. Por lo demás, un impreciso misil de Keidi Bare desde demasiado lejos fue la apuesta malaguista.

De hecho, conforme pasaba el tiempo, los de Víctor se fueron echando cada vez más atrás hasta centrarse prácticamente en defender. El problema residía en que esta concentración atrás no servía para luego sentar las bases de un contragolpe de peligro.

El técnico 'boquerón' se puso manos a la obra para hacer que los suyos mejoraran. Para ello, dio entrada al campo a Renato Santos y a Juanpi, que funcionaron bastante bien y llevaron más peligro a los dominios de Casto. Seguía sin ser suficiente aunque aumentara la esperanza.

La diana llegó finalmente para los azulgrana, pero la alegría duró poco, pues el colegiado la anuló por falta de Nono en el remate. Se apoyó con demasiada fuerza en Cifuentes para mandar la bola de cabeza a la red con la ayuda de Munir, que podría haber hecho mucho más por evitarlo. En todo caso, no valía.

Parecía que los equipos se lo estaban guardando todo para el final, que fue cuando la intensidad creció y ambos pudieron llevarse los puntos. Munir salvó a los suyos con un paradón a un testarazo de Willy y Renato Santos dio la réplica fallando un disparo potente desde dentro del área para validar el 0-0.