El Tottenham se impuso por 2-3 al West Ham de Pellegrini en el estreno de José Mourinho al frente del banquillo londinense. Un triunfo que puso el punto final a dos meses sin conocer la victoria y once meses sin ganar fuera de casa.
Es el fin a un récord negativo por el que sacó pecho el portugués con 'palo' incluido para Pochettino: "Ha sido muy importante. Después de once meses sin música en un vestuario visitante. Sin una sola sonrisa, sin felicidad, pero lo han logrado. Estoy feliz con ellos y estoy feliz por ellos".
"Los momentos más difíciles en los once meses (fuera de los banquillos tras salir del Manchester United) fueron cuando no tuve una pretemporada y miraba a otros clubes y entrenadores que lo hacían. A veces iba a los partidos y pensaba 'qué hago aquí, en la grada o en un estudio'. Hoy he estado donde pertenezco, mi hábitat natural", celebró.
En el ámbito deportivo, Mourinho ensalzó la labor de Dele Alli, que provocó los dos primeros tantos de los Spurs. "Es demasiado bueno para no ser uno de los mejores jugadores del mundo y no jugar con la Selección Nacional. Estoy contento con él, pasé unos minutos con él en los entrenamientos y fuera del campo, y decíamos que el mejor Dele Alli tiene que volver", explicó.
"Estuvo como el equipo, brillante durante 60 o 65 minutos y luego pagó también el precio del cansancio. Fue el Dele Alli de hace un par de años, quien impresionó no solamente a Inglaterra sino a todos. Hizo todo lo que le pedí", apuntó el portugués, quien mostró su satisfacción con la respuesta de sus jugadores, sobre todo en una semana complicada, de regreso de las selecciones y con entrenador nuevo.
"Estoy muy feliz por ellos y con ellos. Si alguien se fija solo en el resultado puede pensar que fue difícil para nosotros, pero probablemente estaba más cerca del 0-4 que del 1-3. Mis jugadores pagaron el precio de una semana muy difícil, ocupaciones internacionales, cambio de entrenador, diferentes entrenamientos", apuntó Mourinho, que se estrenará ante sus nuevos aficionados el próximo martes en partido de Champions League contra el Olympiacos.