El buen partido de Antoine Griezmann con Francia ante Albania volvió a ser el contrapunto a la ausencia de Karim Benzema del combinado galo, especialmente de actualidad en los últimos días.
El delantero de Real Madrid cumplió recientemente tres años sin vestir la camiseta de su país, precisamente el tiempo en el que el atacante ha ido ofreciendo el mejor rendimiento de su carrera en la capital de España.
Karim se perdió la Eurocopa de Francia, en la que 'les Bleus' fueron finalistas, y el Mundial de Rusia, donde Francia pudo plasmar su superioridad sobre el resto de selecciones.
En la cita mundialista destacó la voracidad de Kylian Mbappé, aunque Antoine Griezmann ha sido en este tiempo el líder y pararrayos de la Selección Francesa. El que se ha llevado las flores... y también las críticas.
Contra Albania, Griezmann siguió mejorando unos números que ya están por encima de los de Benzema. El delantero blanco jugó por última vez con su país un 8 de octubre de 2015, prácticamente un año y medio después del estreno del ahora jugador 'culé'.
Griezmann disputó su primer partido con Francia el 5 de marzo de 2014 y, desde entonces, ha crecido desde una promesa más hasta convertirse en el líder de los suyos. Antoine y Karim solo compartieron ese año y medio en la Selección.
Como si de un relevo natural se tratara, Griezmann fue protagonista en el último partido de Benzema con Francia. Aquel combinado galo derrotó por 4-0 a Armenia con gol y asistencia del entonces jugador del Atlético de Madrid, choque en el que Benzema se despidió con dos tantos.
Por aquel entonces, Antoine llevaba solo seis goles y dos asistencias con Francia. De aquel octubre de 2015 a este noviembre de 2019, ha llegado la explosión definitiva del futbolista, con su fichaje mediático al Barcelona y un liderazgo indiscutible en Francia y el Atlético de Madrid.
Desde aquellos seis goles y dos asistencias hasta los 30 y 20 que lleva en la actualidad, el delantero ha sabido hacerse con el bastón de mando de una Selección tan complicada como la Francesa.
Ha ocupado el sillón de un trono que estaba reservado a Karim y que finalmente será recordado como el del segundo Mundial, el de Antoine Griezmann.