Francia y Croacia revivieron la final del Mundial 2018. No solo porque era la primera vez que se enfrentaban desde entonces, sino porque repitieron además el mismo resultado que en Rusia.
Salió mejor Croacia al encuentro, consciente de que se jugaba más después de perder, de forma clara, ante Portugal. Aprovechó la Selección 'Dálmata' la baja de Mbappé para buscar con ahínco la portería de Lloris.
Fue y la encontró con un gran gol de Lovren. Pocos podían esperar lo hecho por el central, que dentro del área bajó el balón y se la cambió de pierna para poner el cuero en el palo más alejado de Lloris.
Tuvo que reaccionar la campeona del mundo, consciente de que un tropiezo puede complicar el pase a la Final Four. Y la Selección de Deschamps, en los únicos dos zarpazos de la primera mitad, remontó el partido.
Primero con una gran acción colectiva que culminó Griezmann como '9' puro. Y es que el jugador del Barcelona se olvidó de sus errores pasados para volver a sonreír. Justo antes de pasar por el descanso sería Martial, con la ayuda de Livakovic, el que pondría una piedra más para construir el camino a la victoria.
Brekalo aprovechó la fragilidad defensiva de Ferland Mendy y de Lenglet, demasiado blandos al corte, para marcharse de ambos y poner emoción al partido con el empate.
Pero Francia tiene una gran virtud y, tras la entrada por primera vez de Eduardo Camavinga, reaccionó con otros dos zarpazos. El primero, con un cabezazo imparable de Upamecano en carrera.
Llegaría la sentencia en un penalti discutible de Kramaric que el colegiado vio claro. Giroud, una vez más, marcaría el que sería su gol número 40 con 'Les Bleus'.
Finalmente los tres puntos se quedarían en Francia, que volvió a mostrar su músculo en el centro del campo y su hambre en la zona ofensiva.