Desde los primeros compases se dejó ver la tónica que se preveía en el choque. El Arsenal basó su idea de juego en el control de balón y los pases filtrados buscando la velocidad de sus atacantes, a la vez que la capacidad de sus laterales para sorprender.
Así pues, cada vez que una de las bandas del Arsenal entraba en acción, los 'black cats' comenzaban a emitir sudores fríos. Y, precisamente, el primer tanto llegó desde una jugada de banda izquierda. Alexis Sánchez, imponiendo su ley ante un Koné más que pasivo, aprovechó un gran centro de Oxlade-Chamberlain para poner deshacer las tablas iniciales con un cabezazo inapelable.
Tras el gol, el Arsenal levantó un tanto el pie del acelerador, meciendo el partido a su voluntad. El resultado era corto pero no parecía que el Sunderland pudiera hacer peligro... hasta que lo hizo.
El tanto local lo anotó Defoe desde los once metros tras un penalti cometido por Cech, que pecó de ímpetu a la hora de cortar el peligro en una internada de Watmore. El empate, a sólo 25 minutos del final, puso contra las cuerdas al Arsenal hasta que Wenger movió ficha y dio entrada a Giroud.
El delantero francés se bastó de sus primeros siete minutos en el campo para firmar un doblete. El primer tanto lo firmó rematando un centro de Gibbs y el segundo lo hizo con un gran cabezazo a un balóns ervido por Özil desde un córner. Alexis, dos minutos más tarde del segundo de Giroud, cerró la goleada, otorgándole tres puntos a un Arsenal que se sitúa como líder provisional de la Premier League.