Muy pendiente del encuentro en Tasagaya está el Santa Brígida, equipo que también acumula opciones de encaramarse en lo más alto de la tabla. Para ello deberá superar en el Juanito Marrero a un apurado Las Zocas.
Otro enfrentamiento en el que sus dos contendientes pugnarán por tres puntos pero para propósitos totalmente antagónicos serán los que se disputen en San Mateo entre su representativo y el Ibarra, con un equipo grancanario inmerso en una preocupante hecatombe y otro tinerfeño en un álgido momento de juego y en el quinto puesto.
El Lanzarote también se encuentra bastante alejado de sus expectativas iniciales, puesto que de partir con la clara intención de luchar por el ascenso se ha visto obligado precisamente por no caer en la zona baja. Un hecho que podría producirse si sale de vacío de la capital grancanaria ante Las Palmas C.
El otro filial, el Tenerife B, afrontará un corto pero complicado desplazamiento, concretamente al recinto vecino de Barranco Las Lajas para enfrentarse al Atlético Tacoronte. De ganar, no solo se acercaría de nuevo al cuarteto de cabeza, sino que también añadiría un nuevo obstáculo a su rival en este mismo afán.
El Mensajero es otra de las escuadras que tiene en mente uno de los cuatro primeros puestos para el presente campeonato, pero, de momento, se le ha resistido bastante más de los previsto inicialmente, por lo que si quiere allanar su recorrido deberá ganar en el Silvestre Carrillo a un cada vez más confuso Unión Puerto.
La incertidumbre ha sido la tónica principal del San Fernando en este primer cuarto de campeonato. Una dinámica dubitativa que podría continuar si cae derrotado en Lanzarote ante el Unión Sur Yaiza o, por el contrario, virar y situarse ya en plena disposición de mirar con optimismo los puestos que podrían permitirle rememorar su excelente anterior campeonato.
Y por último, de vital importancia será la confrontación que se producirá en la localidad majorera de El Cotillo. Una derrota de su representativo ante el Buzanada no sólo le dejaría preocupantemente anclado con la condición de colista sino que, además, le otorgaría un breve respiro a un rival directo.