El América ha vuelto a tocar el cielo después de pasar por los infiernos de la 'B'. Aunque su seña de identidad sea un diablo, a ningún equipo le gusta estar abajo, y menos con la historia que tiene el cuadro 'escarlata'.
Tras el ascenso y la recuperación del equipo, ha vuelto a conquistar un nuevo Clausura, sumando así la decimocuarta estrella a su historia. Dos hombres han tenido un papel fundamental en esta gesta.
El primero de ellos ha sido Alexandre Guimaraes. El trabajo del técnico se ha notado desde el primer día, imprimiendo a sus jugadores un estilo claro y conciso que facilitó el juego.
Aunque en ocasiones había desconexiones defensivas que penalizaron el equipo, siempre logró reponerse por medio de los contragolpes y la velocidad de sus jugadores de banda.
En el otro lado y cumpliendo sus órdenes dentro del campo está Michael Rangel. El delantero ha estado tocado por la varita y sus aportaciones en el ataque han sido innumerables.
El 'Rompecorazones', como se le conoce, demostró ser un goleador que siempre aparece en los momentos más importantes para sentenciar los partidos y dar tranquilidad a los suyos.