No hubo tiempo para sentarse y descansar en el estadio madridista. Apenas había comenzado el encuentro cuando Benzema ya celebraba el primer gol del encuentro. Bale y Carvajal se combinaron para que el lateral pusiese un centro medido al área chica, donde apareció el francés para rematar de cabeza.
No tardó en reaccionar el Milan. Antes de caer en la lona por el gol, se apoyó en las cuerdas para asestar un golpe a la defensa blanca. Borini, escorado, lanzó a portería pero el tiro fue repelido por Navas. Higuaín lo recogió en la frontal del área y la colocó lejos del portero costarricense.
En apenas cinco minutos ya se habían visto dos goles en las porterías del Santiago Bernabéu. No se frenó el ritmo, sino que además se intensificó. Primero el cuadro 'rossonero', con Bonaventura. Después Bale, por parte madridista, para no dejar respirar a la hinchada blanca.
Los aficionados que fueron al estadio no pudieron quitar los ojos del tapete verde. Bale y Benzema se combinaron para dejar jugadas de gran calado en el Santiago Bernabéu. De sus piernas saldrán muchas de las opciones de que el Real Madrid vuelva a alzarse sobre el resto de Europa.
Cuando el partido parecía abocado a marcharse con empate en el marcador al descanso, apareció Bale. El galés aprovechó el mal despeje de la defensa para fusilar, desde el área chica, a un Donnarumma que solo pudo tocar la pelota sin desviarla.
El descanso pudo ser el final del alto ritmo impuesto por los dos equipos. Sin embargo, los pocos cambios producidos entonces permitieron que se siguiera viviendo un encuentro vivo en el que el Real Madrid volvió a salir con una marcha más.
Por un momento, el aficionado madridista quitó los ojos del terreno de juego para posarlos en la banda de calentamiento. Allí se encontró un Modric que recibió la ovación de la noche en su entrada al campo. Los seguidores blancos le perdonaron sus escarceos con el Inter de Milán y lo recibieron como a un héroe.
El Real Madrid apenas sufrió en la segunda parte. El Milan perdió fuelle a la vez que lo hacía Suso, principal timón de los de Gattuso. Entró también Vinícius, que está llamado a dar grandes tardes en el Bernabéu.
Los aficionados ya rozaban el pensamiento de quedarse para despedir a su plantilla o marcharse rápido para evitar atascos. Los que hicieron lo segundo se perdieron el último tanto del encuentro, obra de Borja Mayoral. El delantero aprovechó el tiro de Modric, repelido por Donnarumma, para cabecear a placer y poner el 1-3 en el marcador.