Tras el esperado diagnóstico sobre la lesión en la nariz, el central madridista decidió no pasar por el quirófano para operarse. El motivo es que la operación responde a motivos puramente estéticos.
El problema en esta lesión radica en si se ve afectado el tabique nasal o sólo los huesos propios de la nariz. Si la lesión no conlleva problemas respiratorios, la operación se puede posponer para un momento de la temporada más adecuado.
Lo más delicado es la correcta recolocación de los pequeños huesos que, a causa del golpe, pueden quedar mal colocados, y si no se presta la atención adecuada, podrían soldar de manera incorrecta.
Por tanto, solventado el problema de recolocación de los huesos, el futbolista puede volver a los terrenos de juego con la correspondiente máscara de protección.
Sergio Ramos ya había pasado por el quirófano en 2007, también como consecuencia de un golpe, y por el cual aprovechó para realizarse una rinoplastia, esta vez sí, por cuestiones estéticas.