En una entrevista con 'El Periódico', Suárez reconoció que llegó a llorar tras saber que el Barça seguía queriendo completar su fichaje pese al incidente que tuvo con Chiellini en el Mundial de Brasil.
"Pere Guardiola me llamó para decirme que estuviera tranquilo, que el Barça me seguía queriendo. Me llamó Zubi también. Me acuerdo de que el rato que hablé con Andoni me lo pasé llorando, porque no podía creer que me seguían queriendo. El Barça fue un gran impulso para recuperarme", comentó el atacante uruguayo.
Además, Suárez reconoció que vivió unos momentos muy complicados a su llegada al Barça: "A veces, miro fotos y vídeos de aquellos días en que permanecí encerrado en un gimnasio mini de diez por diez con Juanjo, buscando lugares para ir a correr sin que te descubra la prensa... Lo pasé mal".
Y añadió sobre su hija pequeña: "Delfina veía jugar al Barça y preguntaba: '¿Papi, por qué no estás vos con ellos?'. Le expliqué la situación, sin mentirle, para que la digiriera".
Finalmente, Suárez quiso hablar sobre las críticas que recibe por su juego: "Se me ha criticado algún manotazo que he largado, algún pisotón y yo nunca jamás salí a hablar de un rival que me pegara a mí. Son las reglas del fútbol que pasan ahí adentro. No la puedes tomar con nadie. Uno pega y a uno le pegan. Pero estoy orgulloso de mi carrera por todo lo que viví, repito".