'Y al tercer día resucitó de entre los muertos'. Como si de una representación bíblica se tratara, el Real Madrid olvidó todas las penurias ligueras que arrastra desde comienzos de temporada y volvió a la vida con motivo del regreso a su competición predilecta.
Los blancos se transformaron ante el APOEL y recuperaron olfato, sensaciones e incluso buen juego ante un equipo valiente, pero tremendamente inocente y que se puede dar con un canto en los dientes por haber logrado frenar por dos veces al voraz Borussia Dortmund en esta fase de grupos.
El choque, pese a todo, comenzó como una continuación del derbi de Madrid. La falta de precisión de Varane era manifiesta e incluso Nacho demostraba que no estaba demasiado fino. Y ese mal momento defensivo del Madrid entraba en los planes del APOEL, que decidió echar el resto de salida a ver si un tanto descolocaba a los blancos.
El paso de los minutos, sin embargo, hizo que el guion inmisericorde del partido se fuera cumpliendo poco a poco. Un activo Cristiano ya empezaba a probar a Nauzet y el ex de Osasuna resolvía el peligro como podía. El APOEL vivía en el alambre y el primer tanto no podía tardar demasiado en llegar.
En el enésimo centro al área blanco, probablemente en el menos peligroso, llegó el primero del partido. Centró Carvajal, trató de despejar con un golpeo de espuela Vinicius y aprovechó el regalo Modric para hacer el 0-1 con un bonito remate de volea.
'Vuelve' Benzema.
Pero la noche estaba para las resurrecciones y los milagros. Y el primero que necesitaba una intervención divina era Benzema. El delantero francés utilizó el choque ante los chipriotas para volver a entrar en escena y callar a sus detractores después de su descafeinado inicio de campaña.
Primero, aprovechó una gran jugada de ataque de los 'merengues', con espectacular pase de Kroos, y luego se inventó un buen pase a Cristiano en un congragolpe para que el luso le regalara a portería vacía el 0-4. Antes, en un saque de esquina, Nacho había hecho el 0-3, aprovechando la desconexión chipriota que prosiguió al 0-1.
Y es que los de Nicosia bajaron los brazos con el primer tanto blanco... y lo volvieron a hacer tras el paso por los vestuarios. Cristiano, otro de los que necesitaba reencontrase, consiguió desquitarse con el 0-5, que llegó prácticamente nada más comenzar la segunda mitad. Marcelo centró y Cristiano se colgó en el aire para cabecear ante un hundido Nauzet.
Olvidada su sequía, Cristiano afianzó su 'Pichichi' en Champions con el sexto, que fue un nuevo regalo cómico de la zaga chipriota. Rueda cedió mal para Nauzet, que despejó contra Benzema y Cristiano marcó a portería vacía el rechace cuando el peligro parecía conjurado.
El set de los blancos dio paso al carrusel de cambios y la entrada de los Ceballos, Mayoral o Theo no terminó de convencer, pues el Madrid se apagó y dejó pasar los minutos, tal vez pensando en el compromiso liguero del fin de semana, en el que los de Zidane se enfrentarán al Málaga sin balas en la recámara.
Renació el Madrid en Champions para clasificarse de manera matemática y volvió a golear este año como no hacía desde la final de Cardiff, una final que está hoy algo más cerca, aunque con el trago envenenado de tener que jugar la vuelta de los octavos fuera de casa.