En la capital francesa, Zidane sufrió su peor derrota en Champions League. El 3-0 fue duro, ya que el Real Madrid prácticamente no mostró argumento alguno. No dejó nada ilusionante en defensa, en el centro ni arriba.
Era un partido muy esperado por todos. Los tres pesos pesados del ataque por fin coincidieron, pero la realidad es que prácticamente no se encontraron y dejaron el peor registro ofensivo del Madrid en la última década: ni un disparo a puerta (los dos que realizaron, ambos goles, fueron anulados).
Gareth Bale fue quien más lo intentó, pero fue incapaz de combinar con Karim y de llegar al gol mediante jugadas individuales. Benzema, en estado de gracia en Liga, se vio bastante solo y Hazard, recién recuperado de su lesión, estuvo activo, pero más en zona de creación que de tres cuartos hacia delante.
Sin conexión alguna y ante un PSG crecido, sólido y seguro, la 'bbh' vivió un estreno para olvidar. No obstante, no es una sorpresa que al tridente le vaya a costar ponerse a tono.
Karim sigue tocado por una varita tras el pasado curso, en el que despertó su hambre goleador sin Cristiano Ronaldo... pero Hazard apenas lleva tres meses en la capital blanca. En cuanto a Bale, hay que recordar que el galés no disputó la pretemporada al completo por su posible salida el pasado verano.
Tras el estreno en París, llega la duda sobre si el Sánchez-Pizjuán verá la primera comparecencia de la 'bbh' en LaLiga. Está claro que para que el tridente funcione deberá sumar partidos, pero ante los problemas en el centro del campo, Zidane piensa en un cambio de planes tácticos que podría traer el regreso del 4-4-2.