La enésima galopada de Jordi Alba por el costado izquierdo acabó apurando la línea de fondo para buscar al primer palo a Luis Suárez, que cayó derribado en la carrera con Raphael Varane por recuperar la posición.
Aunque la jugada continuó y el balón acabó en saque de esquina, Sánchez Martínez fue avisado por los colegiados del videoarbitraje del derribo del francés al uruguayo dentro del área.
El árbitro acudió a visionar la jugada y sancionó la pena máxima. Varane llegó tarde y golpeó a Suárez en la pierna izquierda, derribándole cuando se disponía a rematar el centro de Jordi Alba.
Por primera vez en la historia de los 'Clásicos', el VAR tuvo su cuota de protagonismo. Ni siquiera se había cumplido la primera media hora de juego, cuando el videoarbitraje salió al auxilio del colegiado.
Sánchez Martínez, que en primera instancia no sancionó la jugada, no dudó en otorgar la pena máxima cuando volvió a ver la jugada gracias al VAR, pese a las protestas de los jugadores del Real Madrid.
Luis Suárez fue el encargado de materializar el penalti, fusilando a un Courtois que, aunque adivinó la dirección del lanzamiento, no logró evitar el 2-0 azulgrana antes del descanso.
Sin embargo, la tensión en el Camp Nou comenzó mucho antes, con los cánticos contra Sergio Ramos y el Real Madrid que le dedicó la hinchada azulgrana durante el calentamiento.
Al grito de "Sergio Ramos, hijo de p***", el feudo 'culé' recibió al capitán blanco, al que le dedicaron música de viento durante todo el encuentro cada vez que intervenía en el juego, castigando sin piedad sus errores.
No obstante, la acción más polémica la firmó Luis Suárez, pisando el tobillo derecho de Nacho en la recta final del partido. El uruguayo llegó tarde y pisó el tobillo de apoyo del defensa blanco, jugándose la expulsión.
En esta ocasión, Sánchez Martínez solo sancionó al charrúa con tarjeta amarilla, sin necesidad de acudir al VAR para revisar la gravedad de la entrada, a pesar de las protestas de los blancos.