El juego de Felipe Melo y Sergio Ramos puede ser muy parecido. Dos jugadores que llevan todas las jugadas al límite y que se dejan la piel sobre el campo durante los 90 minutos.
Las 23 tarjetas amarillas que ha visto el brasileño en lo que va de año ha hecho que le lluevan las críticas. La dureza con la que juega el mediocampista no está bien vista.
La última cartulina que vio Melo fue en el encuentro entre Palmeiras y Cruzeiro, que acabó en triunfo local. Después del partido, el futbolista atendió a los medios y se defendió escudándose en el capitán del Real Madrid.
"Yo querría ser como Sergio Ramos, que ve amarilla, amarilla, amarilla, y luego es campeón de Champions y campeón del mundo", dijo el de Palmeiras.
Felipe Melo señaló que se fija en todas las críticas que le llegan: "Mi función dentro del campo es esa. Yo acepto las críticas, las analizo e intento mejorar mi juego con ellas".