La Juve ya es matemáticamente campeona de Italia. Por séptimo año consecutivo, el conjunto de Allegri se llevó el 'Scudetto', y buena parte de esa felicidad se la deben a los minutos finales del partido ante el Inter.
Pese a ser un premio al trabajo de todo un año, los 'bianconeri' anduvieron por el alambre durante la recta final del campeonato. El Nápoles les sorprendió en casa y, con dos duras salidas a la vista frente a 'giallorossi' y 'neroazzurri', la emoción se apoderó de la Serie A.
Para Sarri, fue precisamente el choque ante el Inter el que les hizo decir adiós al título. La Juve perdía por 2-1, dando opciones a los 'partenopei' de alcanzar el liderato al día siguiente, cuando, en el 87', Skriniar y su autogol le hicieron respirar. Un aire que les llevó, casi por inercia, al 2-3 y la locura correspondiente tras el tanto de Higuaín en el 89'.
La plantilla napolitana, según su entrenador, quedó muy tocada tras ese resultado. Además, señaló a posibles ayudas en los encuentros de la 'Vecchia Signora': "Solo lamento que perdiéramos el campeonato en el hotel y no en el campo".
"¿Que qué debimos hacer más para ganar el título? Irnos a dormir antes la noche anterior al partido contra la Fiorentina. El equipo sufrió un retroceso después del Inter-Juventus por cómo fue el partido. Debemos mejorar la mentalidad y la sensibilidad, pero también la Lega debe mejorar: de los últimos 16 partidos, hemos jugado 14 después que la Juventus. No sé si es el equipo más fuerte, pero sí el más potente desde todos los puntos de vista", explicó detalladamente.
El Nápoles pagó aquel bajón colectivo y perdió al día siguiente por 3-0 ante la Fiorentina. Ese partido desinfló el castillo de sueños del equipo, al que se le puso cuesta arriba el choque por la expulsión de Koulibaly en el minuto 6.