El gol se hizo esperar en el estadio de los 'eagles'. El Chelsea lo estuvo buscando de forma incansable durante todo el partido, pero parecía que hoy no quería entrar el balón.
Por dos veces los 'blues' se estrellaron con los palos de Guaita antes de que Kanté, a los 51 minutos de juego, pusiera la guinda a su enésimo partidazo con el gol de la victoria.
El Chelsea dominó el encuentro con largas posesiones de las que no supo sacar rédito. La zaga 'blue' no hizo un buen partido, con un David Luiz muy fallón (pese a ser el que diera el pase de gol).
Los nervios hicieron mella pronto en el Chelsea, como vimos en Marcos Alonso, la personificación de la desesperación cuando, tras sólo diez minutos, vio la amarilla por pagar su frustración con el balón tras un mal pase.
Los minutos fueron pasando y el Chelsea se fue creciendo, hasta que llegó el gol. Un gol que no pareció afectar al Crystal Palace, que siguió jugando a la defensiva a pesar de ir perdiendo.
La falta de ambición de los 'eagles' les condenó ante un Chelsea que cierra el 2018 iluminado por la sonrisa de N'Golo Kanté.