Vinícius fue el nombre propio del duelo de filiales de Atlético de Madrid y Real Madrid. El empate a dos final reflejó lo que fue el choque, precioso y con un Vinícius estelar que consiguió dos buenos goles.
El segundo después de un derechazo que besó la escuadra del portero rojiblanco. Un tanto para demostrar que si Lopetegui quiere, el brasileño puede tener pronto su hueco en el primer equipo.
Vinícius solo pudo ser detenido mediante faltas, que fueron más de diez durante los 90 minutos. Hasta un mordisco se llevó. Pese a todo, los canteranos del Atleti más jóvenes no quisieron perder la oportunidad de fotografiarse con el atacante.
El madridista respondió con una sonrisa y sin rencor, haciendo felices a los niños que se acercaron. En el Cerro del Espino, Vinícius puso la primera piedra para lo que está por venir.