En el pobre partido del Real Madrid en Huesca, uno de los peor parados fue Karim Benzema. El francés completó uno de esos partidos que complican su relación con el madridismo. Sin intensidad, con poca mordiente y, en ocasiones, desconectado. Menos mal que Bale sacó su zurda para rescatar tres puntos.
El Huesca terminó muriendo en el área blanca, en la que solo el acierto de Courtios y la mala fortuna oscense impidieron que los locales sumaran al menos un punto. En la vanguardia, Benzema no cazó ni un buen balón en el segundo acto. Participó muy poco en el juego de ataque de su equipo.
En la primera, el francés pecó de falta de acierto con el balón en los pies. Algo raro en él, acostumbrado a ser más mediapunta que delantero. En una de las pocas contras que dibujó el Madrid, el '9' se trastabilló cuando Bale y Lucas Vázquez le acompañaban en lo que era una ocasión muy clara de gol.
Los datos no engañan, y en esta ocasión reflejan que Benzema se quedó sin disparar por primera vez en la temporada. No es baladí el hecho de que el punta de un equipo como el Madrid ni siquiera pruebe fortuna, ni de cerca ni de lejos.
Completó los 90 minutos, no había otro punta en el banquillo. La sombra de Mariano no le apretó en El Alcoraz y a Solari no le quedó más remedio que jugársela todo el encuentro con Benzema. El 'pichichi' blanco -diez goles- tampocó envió un centro ni completó una asistencia.