Una espiral de problemas financieros fue intoxicando la competitividad de dos clubes históricos que sucumbieron ante la imponente autoridad de la Juventus, que suma ocho títulos domésticos consecutivos.
José Mourinho se despidió con un triplete que, además, significó el último regusto de gloria 'neroazzurri' hasta la fecha. Un año después, en 2011, Massimiliano Allegri se encomendó a Zlatan Ibrahimovic para firmar su último 'Scudetto'.
Desde entonces, un dispendio y múltiples cambios de directiva y grupos de inversión propició un periodo de inestabilidad que enterró el brillo de su historia. Sin embargo, tanto Inter con Milan han sentado la base sobre los que reconstruir su gloria.
"Mi desafío es llevar al Inter de nuevo a lo más alto de Italia y del mundo", afirmó Antonio Conte al sentarse en el banquillo 'neroazzurro'. Toda una clara declaración de intenciones que tendrá que rubricar en el 'Derby della Madonnina', que, tras más de 1.646 millones en fichajes, ha recuperado el atractivo mediático.