El fútbol físico de la Ligue 1, que encajó con su sólida montura, y la confianza que le dio su entrenador, Bruno Genésio, fueron los principales ingredientes que hicieron de su temporada de debut un éxito esperado por pocos.
Sin embargo, los roces con el internacional holandés Memphis Depay, con quien se disputó el lanzamiento de un penalti, y las llamadas de atención de Genésio a su individualismo empañaron su estancia en la ciudad del Ródano.
Desde la posición de ariete y bien surtido por Nabil Fekir, campeón del mundo con Francia, y el propio Depay, Mariano barrió rápidamente las dudas sobre su adaptación.
En la primera jornada de Liga del año pasado, ante el Estrasburgo, consiguió un doblete. En la segunda, ante el Rennes, sumó otro tanto. Los escépticos cedieron entonces ante el ímpetu de un jugador por el que el OL había invertido ocho millones de euros y que contaba con apenas unos 300 minutos en la élite, los acumulados en partidos oficiales con el Real Madrid en la 2016-17.
"Había jugado poco en el Real Madrid. Lo que habíamos visto de él era que tenía instinto ante la meta. Quedaba saber si iba a ser capaz de mostrar sus cualidades en otro sitio que no fuese el filial", reconoció el que fue hasta ahora su entrenador, Genésio.
De sus 21 tantos, 18 fueron en el campeonato local, convirtiéndose en el octavo máximo realizador. Fue además autor de cinco asistencias. "Es un gran resultado para una primera temporada al más alto nivel (...) Y sin tirar casi penaltis", constató Genésio.
Los roces con Depay, que comenzaron a inicios de curso a cuenta de un lanzamiento desde los once metros, seguían latentes, tanto que Genésio tuvo que intervenir públicamente.
"Hay una gran falta de humildad para tratarse de un deporte de alto nivel", lanzó el técnico del Lyon, sin citar a nadie en concreto. Sin embargo, la prensa local aseguró que esas palabras iban dirigidas a Mariano y a Depay.
Titular en los dos primeros partidos ligueros, fue suplente en el último, ante el Estrasburgo, en el que jugó apenas tres minutos, en medio de los rumores de su fichaje por el Sevilla, el primer club que le había pretendido seriamente antes de interponerse el Real Madrid.