Barthez, Desailly, Deschamps o Völler fueron sólo algunos de los nombres que Bernard Tapie compró a golpe de talonario cuando adquirió el club a mediados de los '80.
El objetivo era destronar a un PSG que apenas había ganado en 1986 su primer título liguero bajo las órdenes de Gerard Houllier. Pero la rivalidad se fue de las manos.
Aquel partido acabó con victoria para el equipo de la Costa Azul por 3-1 gracias a los goles de Völler, Basile y Boksic, aunque tuvieron que remontar el tempranero tanto de Guérin en el 7'.
Los tres puntos se quedaron en el sur de Francia, lo que le dió al Olympique de Marsella una ventaja de cuatro puntos que mantuvo hasta la jornada 38.
Con el orgullo intacto y sabiéndose los mejores, sucedió. La Federación Francesa le arrebató el campeonato después de que Tapie, presidente, fuese declarado culpable de amaños. En 1994, el OM descendió a Ligue 2.
El trofeo, por lógica, debió recaer entonces en el segundo clasificado, el PSG, que lo rechazó. 'Canal+', propietario del club desde principios de los '90, dedujó que tal arbitrariedad afectaría al negocio.
A día de hoy, el título de la temporada 1992-1993 en Francia sigue sin tener dueño.