El 5 de julio de 1982 tuvo lugar uno de los partidos más bonitos de la historia de los Campeonatos del Mundo. Se enfrentaban Brasil e Italia en un duelo a muerte en pleno Mundial de España en el ya histórico estadio de Sarrià.
Brasil, que había ganado todos los partidos, podía jugar con los resultados para pasar a semifinales, en tanto que a Italia sólo le valía la victoria.
Fue un partido mítico, que puso a prueba al mejor ataque del mundo (Sócrates, Zico, Falcao...) contra la mejor defensa (Gentile, Scirea, Zoff...), y el encuentro terminó por decidirlo Paolo Rossi con un hat-trick.
El atacante italiano, a la postre estrella del Mundial, había pasado desapercibido hasta entonces y estaba siendo muy criticado, pero él sólo se bastó para remontar los tantos de Sócrates y Falcao.
Fue un partido digno de recordar, con Brasil logrando empatar dos veces sin abandonar su estilo ofensivo pese a que ese resultado le valía para clasificarse a semifinales.
Se puede decir que el inicio del éxito del 'catenaccio' italiano comenzó aquí. Italia, a la defensiva todo el encuentro, fue capaz de imponerse en el partido más importante del Mundial y se clasificó para acabar ganando el Mundial ante Alemania en la final.
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