El Barcelona está mucho más cerca de sellar su billete a la Supercopa de España. Después de asegurar su presencia en Champions el pasado fin de semana, en esta ocasión le tocó amarrar la segunda posición.
Solo un milagro hará que el Barcelona no sea subcampeón de Liga, un premio menor tras una temporada atípica en 'can Barça' y en el que ya se espera como agua de mayo el final de la campaña.
Fue un partido plácido para el cuadro azulgrana hasta el trágico momento entre Gavi y Araujo. Ambos chocaron sus cabezas y, tras unos segundos bien, el uruguayo se desvaneció en el campo. Tuvo que entrar incluso una ambulancia para llevarse al defensa directamente al hospital con una conmoción.
Dembélé se ganó la renovación
Un gran susto que ensombreció un gran partido de Dembélé. El francés, en plenas conversaciones por su renovación, cogió una y otra vez la moto para dejar atrás a todo un lateral rapidísimo como Javi Galán.
De sus botas nacieron todas las ocasiones del Barcelona, también los goles. Primero, con un esprint por la derecha para jalear a la grada y encontrar totalmente solo a un Memphis que solo tuvo que poner el interior para marcar el primer gol de la noche.
El Camp Nou se divertía con cada jugada que protagonizaban los pupilos de Xavi. Sin centro del campo, pues el técnico optó por cuatro delanteros, fue un ida y vuelta constante con Dembélé y Aspas como protagonistas.
Con cuatro delanteros, era normal que el Barcelona fuese al ataque y encontrase a un delantero que ha caído de pie. Aubameyang aprovechó un error de Araujo, el del Celta, para firmar el 2-0.
No dio tiempo el partido para acabarse el bocadillo del descanso. Nada más empezar, Aubameyang aprovechó otro caramelo de Dembélé y Aspas hizo bueno el error de Ter Stegen.
Araujo, el gran susto de la noche
Parecía un martes plácido en el Camp Nou hasta que Gavi y Ronald Araujo chocaron sus cabezas. Tras unos segundos en los que parecía no haber pasado nada, el uruguayo cayó al césped y se desplomó.
Rápidamente aparecieron los servicios médicos y una ambulancia que atendió al central azulgrana. Unos minutos después, sin poder subir la camilla al propio vehículo, el charrúa se marchó directamente al hospital.
Pese a tener un hombre menos por la expulsión de Murillo, el Celta no se rindió y buscó acercarse en el marcador. Pero el destino ya estaba marcado, el Barcelona amarra la segunda posición.