Sánchez Martínez tuvo que invitar a Joan Laporta a abandonar el vestuario. Por allí se dejó caer el máximo mandatario azulgrana para pedirle explicaciones por algunas decisiones que, a su juicio, no estuvieron acertadas.
Podría decirse que Joan Laporta ha tenido suerte. Y es que, pese a que podría haberle caído una sanción de algo más de 3.000 euros, finalmente el Comité de Competición lo ha dejado en 150.
El Barça presentó alegaciones para tratar de eximir a Laporta de la sanción. Explicó el club que el incidente recogido en el acta fue al final del partido y que la intención del presidente "no fue protestar a los árbitros". Apuntó la entidad que se dirigió a ellos "en términos respetuosos y educados, con la inteción de conocer su opinión respecto a sus decisiones", según explica el propio Comité en un escrito.
El Barcelona explicó también que Laporta se fue tan pronto se lo pidió el árbitro y pidió disculpas al presidente de la RFEF por su acto. "El Barça solicita que no se imponga sanción alguna por tales hechos o, subsidiariamente, que se le imponga la sanción mínima aplicable", señala el Comité.
Finalmente, Competición ha optado por esa segunda opción, pues así ha de ser según el artículo 133 del código disciplinario: "No procede por ello acoger la petición principal de las alegaciones formuladas, pero sí en cambio su petición subsidiaria, pues las circunstancias concurrentes que dicho escrito recoge determinan que la sanción a imponer al FC Barcelona sea graduada adecuadamente de forma leve, esto es en 150 euros".
October 19, 2022