A por un gigante con el gol de Dani en el recuerdo

El 1 de noviembre de 2005, en un estadio aún llamado Manuel Ruiz de Lopera, el Betis tocó el corazón de su gente y de España entera con una inolvidable victoria ante el Chelsea, el gran Chelsea de José Mourinho. No sirvió para lograr el pase de ronda, pero en las gradas del coliseo verdiblanco aún no se ha olvidado el gol de Dani.
Tanto han cambiado las cosas que Serra Ferrer, ahora líder en los despachos, era el jefe del banquillo. Jugaron Contreras, Juanito, Rivera, Melli, Capi y uno de los que aún perduran, Joaquín. Pero el rey de la noche fue Dani, quien curiosamente partió del banquillo en la primera mitad para sustituir al lesionado Oliveira.
Y nada más entrar, besó el santo. Centro desde la izquierda para Dani, que se revolvió entre los centrales para batir lanzándose al suelo a Cech. Un gol celebrado por siempre por el Betis, un tanto que probó que la escuadra verdiblanca podía competir con cualquiera que estuviera al frente.
Ahora, 13 años después, el que llega al Villamarín es el Milan. Lo hace con un proyecto venido a menos desde hace años, pero con el nombre como escudo. No estará Higuaín, por ejemplo, pero el Milan siempre es el Milan. El Betis, que ya ganó en San Siro, sabe que un nuevo triunfo le haría vislumbrar la siguiente ronda.
De Serra Ferrer a Setién, de Dani a Loren. Con Joaquín como recordatorio para que nadie olvide que en el Villamarín las noches europeas también pasan a la historias. Lo sabe Mourinho, lo sabe el Chelsea. Que lo aprenda el Milan.