El encargado de comunicárselo fue Boniek Garcia, el capitán del Houston Dynamo. Figueroa quedó tendido en el terreno de juego al recibir la noticia y tuvo que salir del terreno de juego acompañado por sus compañeros.
El empate que se había dado durante los 90 minutos quedó en una anécdota. La escalofriante escena llegó una vez que se escuchó el pitido final, cuando Boniek le comunicó a Figueroa que su padre había fallecido.
Incluso los jugadores rivales se acercaron a intentar consolar al futbolista, que abandonó el césped llorando y totalmente derrumbado...
16 de mayo de 2019