Corría el minuto 58 del Sporting-Albacete cuando a Acuña se le encendió la bombilla. Tenía el balón controlado en su campo, pero levantó la cabeza y vio a Dani adelantado.
No lo dudó. Le pegó con el alma, y la carrera del cancerbero rival hacia su propia portería fue dramática. Dani intentó llegar al balón, pero no pudo. Y concedió el 0-2.
Un golazo espectacular para dar medio triunfo a un Albacete que lucha por volver a Primera División. Y que condena al Sporting a seguir un año más en Segunda.
25 de mayo de 2019