Se le presentaba difícil a los locales desde un inicio y así fue. La tensión reinaba en el Villamarín antes de que los 22 protagonistas saltaran al terreno de juego. Todos los reproches de la afición del cuadro sevillano iban dirigidos en una dirección: hacia el banquillo. El "Víctor vete ya" era atronador y eso no benefició para nada a los béticos.
Como un toma y daca comenzó el choque. Los tres puntos eran casi una obligación para ambos conjuntos y eso se notó desde que el árbitro pitó le inicio. Con ánimo y decisión, se fueron arriba verdiblancos y amarillos... eso sí, sin demasiada precisión.
En sólo 10 minutos hubo dos 'casi goles'. El primero lo rozó Sanabria, pero Musacchio se le echó encima para arrebatarle un balón dentro del área cuando se decidía a disparar. Dicha ocasión fue replicada por los visitantes en la siguiente jugada, pero Adán le sacó un uno contra uno con una estirada brutal.
Ninguno de los dos equipos terminaba de imponer su ley, pero el primer tiempo tuvo dos partes. En la primera dominó el Betis y en la segunda, el Villarreal. Pero... tras el paso por vestuarios, todo cambió.
Con poco bastó
Casi no se habían acomodado los aficionados en la grada del Benito Villamarín cuando Adrián se hizo de notar. El delantero completó, sin oposición, una gran jugada individual por banda izquierda de Jóse Ángel. El lateral se la puso sólo para empujarla.
Y, aunque el Betis no cesó en su empeño por buscar el gol, el Villarreal vio controlado el partido durante casi todas las fases que atravesaba el choque. Pero, cuando más lo necesitaba el Betis, volvieron a escucharse los cánticos que ningún verdiblanco sobre el campo quería escuchar: "Víctor vete ya".
Los locales apretaron en los últimos minutos y, aunque Bakambu estuvo muy cerca de hacer el segundo con un remate al palo, el Betis tuvo ocasiones de puntuar hasta la última jugada, cuando Ceballos mandó un balón al palo.