Un nuevo episodio para la vergüenza del fútbol francés. Un grupo de descerebrados, simpatizantes del Olympique de Marsella, han apedreado el autobús del Lyon cuando se dirigía, con la plantilla al completo, al Velodrome.
La policía informó de que no hubo que lamentar heridos, pero sí daños materiales. La lluvia de piedras reventó una de las lunas laterales del autobús.
La Federación Francesa declaró el partido de alto riesgo y prohibió la presencia de aficionados del Lyon en el estadio para evitar problemas.
También recomendó al club desplazarse del hotel al estadio y viceversa en un autobús 'de incógnito', sin los colores del equipo. El Lyon se negó y el resultado ha sido este.
La rivalidad entre los dos Olympiques está alcanzando cotas insanas y no parece haber un modo razonable de limitarla al terreno de juego.