Cuando se frota una lámpara sale un genio y cuando un genio tiene su día, solo queda resignarse. Con tres goles de 'killer' puro, de punta de lanza que no perdona, Agüero decidió un partido que se afrontaba como una final.
La tónica imparable del Liverpool y el pinchazo en Newcastle obligaban a darlo todo contra uno de los gallos del corral, el Arsenal de Emery. Pep apostó por una defensa de tres, un sistema ofensivo que domina a la perfección, y el resultado fue los tres puntos.
Defendieron mejor que un Arsenal que encomendado a las contras. La velocidad y el peligro constante de Lacazette y Aubameyang asustaron más de una vez a Ederson y compañía, pero un partido no se gana con tres chispazos cuando Agüero saca la varita.
De principio a fin
Él dio rienda suelta a la locura marcando a los 48 segundos de partido y cerró la primera parte firmando un doblete. Agüero dejó dos firmas antes del descanso y lo hizo con remates al primer toque en el área pequeña. Mató a base de pases de la muerte.
Hasta su segundo gol hubo vida y tensión en el Etihad. El Arsenal empató a los 10 minutos con un cabezazo de Koscielny en la primera que tuvo y se dejó llevar con una presión alta y fogonazos de sus delanteros. Aubameyang y Lacazette se acercaron a las inmediaciones de Ederson pero el propio portero y el tándem Laporte-Otamendi-Walker estuvieron superlativos.
Mano de hierro y poco más
En la segunda mitad aún había esperanzas 'gunners', pero el 'Kun' no dio su brazo a torcer. Antes de que Emery efectuara los cambios (debutó un Denis Suárez al que casi ni se le vio), el argentino mató el encuentro rondando la primera hora de juego con un remate involuntario con el codo mientras se caía. Tuvo suerte de que el balón entrar llorando a la meta rival y suerte también de que el árbitro no lo viera y señalara infracción por mano.
Aunque el partido queda grabado con el nombre y los apellidos del argentino, Agüero no fue más que una extensión del genial rendimiento colectivo 'skyblue'. El primer tanto llegó tras un robo de Laporte y el segundo, a través de una jugada inolvidable 'made in Pep'. Lució la defensa, cumplió con creces el centro del campo y la locura la instauró él para que el City duerma esta noche a dos puntos del Liverpool y el Arsenal, a uno de Europa League.