Si ya existían opciones serias de que el Barcelona se moviera en el mercado de invierno y reforzara la retaguardia, el último contratiempo sufrido con el jugador belga es que casi ya obliga a los dirigentes a mover ficha.
Está con lo puesto el equipo azulgrana. Piqué y Lenglet son a día de hoy los únicos centrales sanos. Si a alguno les pasara algo, Valverde no tendría más remedio que tirar del filial o improvisar a algún futbolista, como Sergio Busquets.
La temporada acaba de empezar prácticamente y, visto lo visto, no se puede asegurar que Umtiti y Vermaelen ofrecerán estabilidad durante el curso. Para luchar por títulos, el Barça tendrá que apuntalar esa posición.
La ventana invernal está por abrirse y ahí el club está dispuesto, cada vez más, a encontrar un temporero de garantías. Un zaguero veterano que tenga claro a dónde viene y que pueda ofrecer un buen rendimiento desde su llegada, aunque también se habló de la opción del realista Diego Llorente.
Mientras no se da con nadie en concreto, Chumi, a quien Valverde le está dando más cancha en las últimas semanas, está ahí esperando por lo que pueda pasar.