El partido empezó regular para los 'rojillos'. Añón adelantaba al Marbella al cuarto de hora de partido, lo que hacía que el Murcia tuviera que remar a contracorriente 75 minutos.
Y eso ocurrió. El Marbella se replegó, hizo un alarde de solidez defensiva, y esperó su momento mientras los minutos pasaban. Sin embargo, cuando todo parecía perdido, ocurrió un pequeño milagro de primavera.
Sergi Guardiola no perdonó desde los once metros. Un 'regalo' de la zaga del Marbella que desquició a los suyos. De hecho, tras el penalti y el correspondiente gol, los de la Costa del Sol se quedaron con uno menos tras una lamentable agresión al goleador 'pimentonero'.
Un empate que sabe a poco al Real Murcial, pero cuyo punto se atesora como si fuera de oro, pues mucho peor habría sido que el Marbella sumase tres.