Albacete, Levante y el humilde caldo de cultivo de un tricampeón de la Champions

Keylor Navas comenzó a llamar la atención de los seguidores del fútbol español cuando militaba en el Albacete. Llegó al Carlos Belmonte en 2010 procedente de Deportivo Saprissa, el equipo más popular y laureado de su Costa Rica natal. En una sociedad futbolera con más tradición de resúmenes que de ver partidos completos (los horarios unificados, entre otros aspectos, lo dificultaban sobremanera), empezaron a resonar los reflejos, los paradones bajo palos y la agilidad del ahora portero del PSG.
Lo más sorprendente es que ese Albacete quedó último en Segunda y descendió. Llegó a tener 3 entrenadores, entre ellos el llamativo David Vidal, pero ninguno evitó el desastre. Keylor acabó con 36 encuentros jugados y 49 goles en contra. Pero qué verían en el tico que, incluso siendo el cancerbero del peor equipo de los 22 de la categoría, pasaría de caer a Segunda B a jugar en Primera.
El Levante, rival este viernes del Alba, fue quien confió en Keylor pese a todo. 150.000 euros le costó a los 'granotas' su cesión y, 1 año más tarde, otros 150.000 el traspaso. Y eso que, ya con 25 años, solo disputó 1 partido de Liga y 5 de Copa del Rey. Gustavo Munúa le ganó la partida y le relegó al banquillo, una condición que suplente que mantuvo el curso siguiente, aunque con asteriscos.
El uruguayo jugó más partidos, pero el costarricense sumó 9 de Liga y 4 de Copa, además de empezar su idilio europeo. Fue el portero elegido por Juan Ignacio Martínez, 'JIM', para la Europa League. 2 partidos de la fase previa y 10 encuentros del torneo disputó y logró quedarse por debajo de la media de gol encajado por partidos, con 22 tantos en contra en 25 duelos oficiales. Keylor pasó a la historia del club al ser el titular de una campaña europea más que plausible, con los 'granotas' cayendo en 1/8 de final ante el Rubin Kazan tras ser segundos de grupo y apear a Olympiacos en 1/16.
Ya en la 2013-14, Joaquín Caparrós, tras la salida de Munúa, le concedió plenos poderes a Navas en la meta levantinista. Jugó 37 partidos de los 38 partidos la Liga y 2 de Copa del Rey y terminó de mostrarse al mundo como ese guardameta veloz, ágil, casi insuperable bajo palos y, además, espectacular y estético como pocos. Y claro, no es fácil que todo eso pase desapercibido en el mercado.
A sus 28 años, a Keylor le llegó el gran salto. El Real Madrid le fichó y el resto ya es historia conocida por todos. Ganó 3 Champions League, entre otros títulos, con los blancos antes de poner rumbo al PSG, equipo en el que milita actualmente como segundo de Donnarumma después de su cesión, el pasado curso, al Nottingham Forest. Ya supla 37 velas el tico y, al mirar atrás, puede estar más que orgulloso de una lujosa trayectoria que tuvo como caldo de cultivo a Albacete y Levante, los 2 equipos que abren este viernes